


Nos ha llamado el vecino Amalio, que anda con su mujer preparando un terreno para sembrar césped, nos regala unos Lilos, para plantar nosotros, y de paso entre ver su invernadero y demás, nos entrega una nota de la instalación de luz (casi 300 € ¿?), cosa que no corresponde, pues al adquirir el terreno, una de las condiciones era que "dispone de luz y agua", bueno eso es otro asunto a tratar con el vendedor ... Mientras, vemos aparecer a Miguel, con parte de su familia, acompañándolo a traer un par de carros de arena, la hormigonera , y alguna herramienta más, así que manos la obra. Este tipo de trabajo se hace con arena, nosotros tenemos con grava, cemento y AGUA, no como el célebre Benito -inventor de la pasta sin agua (¿recordais?) e introductor en España del Gotelé, je- Total, que como casi siempre, agua, cinco de arena y una de cemento, así sucesivamente, preparamos la primera hormigonera, pero hay en algunas zonas que al tirar la cuerda, para comprobar niveles, vemos que hay que cargar bastante pasta, tomando la decisión de hacer hormigón para esas zonas, evitando desperdiciar cemento inútilmente. 
Se comienzan a colocar ladrillos "a media asta" (uno vertical dos horizontales, uno vertical etc.) y siguiendo la cuerda de atirantar el nivel está garantizado, total que, sin dadnos cuenta, se va pasando la tarde, viendo la evolución.
Pero tenemos un pequeño accidente laboral, Celia está partiendo recortes de ladrillo y sufre un machacón, con el correspondiente susto y llanto "tengo sangre, mucha ..." así que a lavar la herida, pero Ana al abrir el paso de agua moja a Celia los pantalones, (hoy no hemos llevado ropa de repuesto) así que a secar los pantalones al sol, estuvo toda la tarde de esta guisa.